Aquí vas a encontrar:
- ¿Qué implica «hacer comercio exterior»?
- Términos clave que necesitas conocer (y entender)
- ¿Y si solo mando mi producto por paquetería? ¿Eso ya es exportar?
No tienes que ser una empresa gigante para exportar. De hecho, muchas micro y pequeñas empresas mexicanas ya lo están haciendo. Si estás en este punto, esta guía puede ser tu primer paso para hacerlo realidad.
Olvídate de las explicaciones llenas de tecnicismos. Aquí vas a encontrar, en lenguaje claro y directo:
- Qué significa realmente el comercio exterior
- Qué conceptos necesitas entender desde el inicio
- Qué pasa si solo usas paquetería y cuándo eso ya se vuelve exportar
- Qué riesgos podrías correr si no te regularizas a tiempo
- Y, por supuesto, cómo empezar sin complicarte más de lo necesario
¿Qué implica «hacer comercio exterior»?
Exportar no es solo empacar tu producto y mandarlo por paquetería. Tampoco es exclusivo de grandes corporativos con equipos legales. Exportar significa mover legalmente un producto de tu país a otro de forma legal, segura y estructurada. Y para lograrlo, hay pasos clave que no puedes improvisar.
Lo importante aquí no es saberlo todo, sino entender lo básico y rodearte de las personas adecuadas para cada etapa. Así, puedes asegurarte de que tu mercancía salga sin problemas y llegue en forma, en tiempo y con los documentos correctos.
Cuando hablamos de comercio exterior, hablamos de:
Cumplir con las leyes de ambos países
Tu producto debe cumplir tanto con la normativa mexicana como con la del país al que lo exportas. Ya que, lo que es legal aquí, puede no serlo allá.
Preparar la documentación básica
Factura comercial, certificado de origen y lista de empaque son algunos de los documentos indispensables para cualquier exportación.
Coordinar el transporte
Debes decidir cómo va a viajar tu producto, con qué empresa y si estará asegurado en caso de pérdida o daño.
Calcular bien tus costos
Entre fletes, trámites, embalaje e impuestos, es fundamental conocer tus costos para no vender con pérdidas.
Saber a quién acudir
No tienes que hacerlo todo tú. Apóyate en agentes aduanales, servicios de mensajería o asesores según tu nivel de operación.
Términos clave que necesitas conocer (y entender)
Cuando estás empezando, es común que los términos técnicos te confundan o te parezcan innecesarios. Pero conocer los más importantes te permitirá tomar mejores decisiones, evitar errores y negociar con más claridad.
Fracción arancelaria
Código numérico que identifica tu producto ante la aduana. Determina los impuestos, restricciones y requisitos necesarios para exportarlo.
Agente aduanal
Profesional autorizado para representar tu producto ante la aduana. Te asesora, gestiona trámites y te ayuda a evitar multas o retrasos.
Factura comercial
Documento legal que especifica: el valor de tu producto, los datos del comprador y vendedor, así como las condiciones de la venta. Es esencial para cualquier envío internacional.
Incoterms
Reglas internacionales que definen hasta dónde llega tu responsabilidad como vendedor. Es decir, aclaran quién paga el transporte, quién se encarga del seguro y en qué punto el comprobador asume el control.
Certificado de origen
Documento que acredita que tu producto fue fabricado en México. Puede ayudarte a reducir o eliminar aranceles si exportas a países con los que México tiene tratados comerciales.
¿Y si solo mando mi producto por paquetería? ¿Eso ya es exportar?
Tal vez empacaste el pedido tú mismo, fuiste a la empresa de paquetería más cercana, llenaste un formato y lo enviaste al extranjero. ¿Eso es comercio exterior? Técnicamente sí. Ya estás exportando, aunque sea de forma informal y en pequeña escala.
Este modelo es común entre quienes venden por Instagram, WhatsApp, TikTok o marketplaces internacionales. Es una forma válida de comenzar, probar mercado y generar tus primeras ventas fuera del país. Pero no todo lo que parece sencillo lo es para siempre.
¿Cuándo está bien hacerlo así?
Usar paquetería internacional sin trámites complejos es válido en ciertos escenarios. Por ejemplo:
- Cuando estás vendiendo pocas piezas y de manera ocasional
- Si el valor total del envío es bajo, menos de $1,000 USD como regla general
- Cuando tu producto no requiere permisos especiales, para el caso de alimentos, suplementos, cosméticos o piezas artesanales con materiales regulados, es necesario contar con un proceso más complejo
- Si usas servicios exprés como DHL, FedEx, Estafeta internacional, que ya incluyen ciertos trámites mínimos.
En estos casos, la empresa de paquetería puede ayudarte a cubrir lo básico y tus productos normalmente pasarán por aduana sin complicaciones.
¿Y cuándo se convierte en un riesgo?
El problema empieza cuando tu operación ya no parece un envío casual, sino un negocio activo de exportación. Es decir:
- Si haces envíos frecuentes al extranjero
- Si tus paquetes ya no lucen personales, sino claramente comerciales
- Si tus productos llaman la atención de aduana por su contenido, peso, valor o cantidad
- Si tu comprobador te solicita facturas o documentación formal
- Si tus costos logísticos aumentan por falta de convenios o estrategia
Llegado este punto, exportar deja de ser algo informal, incluso si sigues haciendo todo por tu cuenta. Por eso, si no formalizas a tiempo, podrías enfrentarte a retenciones de paquetes, multas o incluso la pérdida total del embarque.
¿Cómo se dan cuenta las autoridades?
Aunque parezca que nadie se entera, lo cierto es que las aduanas tienen sistemas y criterios de revisión. Aquí algunas formas en que detectan exportaciones informales:
- Revisiones aleatorias de paquetes que detectan patrones de envío con fines comerciales
- Frecuencia, peso o tipo de producto que llama la atención
- Plataformas como Etsy o Amazon, que en algunos países exigen comprobantes para liberar la mercancía
- Pagos internacionales constantes, que pueden generar revisiones fiscales si no están declarados
¿Qué puedes hacer para no meterte en problemas?
Si vas a empezar, hazlo con estrategia. Aquí te compartimos algunos pasos básicos para protegerte desde el inicio.
Empieza informado
Revisa si tu producto requiere permisos especiales o registros sanitarios.
Sé honesto con tus envíos
No declares un valor más bajo ni ocultes el contenido real.
Documenta lo básico
Incluye al menos una factura simple o comprobante de venta en cada envío.
Busca asesoría si tus ventas crecen
Habla con un agente aduanal o especialista en comercio exterior antes de que te gane el volumen.
Exportar tiene su curva de aprendizaje, pero no necesitas tener todo resuelto para dar el primer paso. Lo importante es avanzar con claridad, bien informado y con la disposición de formalizar a medida que tu negocio crece.